32 rockeros escriben un libro de cuentos en auzolan con fines solidarios
El iruindarra Patxi Irurzun y el madrileño Esteban Gutiérrez han convencido a 32 rockeros para que cuelguen por un momento las guitarras y se planten frente al teclado del ordenador. Así ha nacido «Simpatía por el relato», un libro de cuentos en el que participan miembros de grupos como Marea, Siniestro Total, Barricada o Zarama. Siete músicos vascos participan en este proyecto y parte de los beneficios irán a parar al comedor social de Iruñea, París 365.
Aritz INTXUSTA |
«Simpatía por el relato» no pretende ser un compendio de estilo literario, sino «trazar un nuevo puente entre la literatura y el rock». El primer paso lo han dado los músicos. Han escrito 32 cuentos que publicará la editorial Drakul con fines solidarios. Siete de estos rockeros que se han bajado del escenario para zambullirse en la ficción son vascos y entre ellos se encuentran nombres como Enrique Villarreal, El Drogas, o Kutxi Romero, de Marea.
La antología ha sido orquestada a medio camino entre Iruñea y Madrid. La idea partió del iruindarra Patxi Irurzun, que venía de publicar «Resaca/Hank Over», un conjunto de relatos en honor del estadounidense Charles Bukowski, autor de «La senda del perdedor» o «Pulp» y cuya vida inspiró la película «El borracho». Este escritor apasionado del rock tiró de agenda y se peleó con decenas de manager hasta conseguir armar el proyecto «Simpatía por el relato». Varios de los que participaron en «Hank Over» repiten en esta ocasión. «Los músicos son mitad niños, mitad animales. Sacar el proyecto adelante ha sido una odisea», confiesa Irurzun.
En Madrid fue Esteban Gutiérez («El laberinto de Noé», «El colibrí blanco»), el que se encargó de comprometer a miembros de grupos como Siniestro Total, Pereza o Lilith hasta completar los 32 cuentos. El dinero que se recaude irá a parar a dos proyectos solidarios. Uno es el programa de ayuda al Sahara «Vacaciones en Paz», para la acogida de niños durante los meses de verano. El otro beneficiario es el comedor social de Iruñea, Paris 365.
«Al principio pensamos que los cuentos debían centrarse en temas de rock, de música y demás. Sin embargo, han hecho lo que les ha dado la gana», explica Irurzun. Así, «Simpatía por el relato» es un libro abigarrado que roza el surrealismo -como en el cuento de David Mardará- y varias páginas más adelante se convierte erótico gracias a la pluma de El Drogas. También esconde un cuento para niños escrito por la cantante de Lilith.
«Es un libro más para el público de los grupos, para los fans, que para los literatos», dice Irurzun, pero asegura que «contiene cosas muy muy buenas. Alguno puede llevarse una sorpresa». El escritor iruindarra es incapaz de describir los textos, aunque dice que la mayoría «son bastante macarras».
Kutxi, sin embargo, cree que la relación entre literatura y rock es aún joven. «Hasta la llegada de grupos como Barricada o Extremoduro, las letras eran algo secundario. Sin embargo, actualmente, cada vez van cobrando un mayor nivel», asegura la voz de Marea.
Tanto Kutxi como Arteaga piensan que lo importante es formar un grupo, generar un caldo de cultivo para nuevos proyectos. «Es un libro escrito en auzolan. Siempre te llevas alguna sorpresa o descubres talentos ocultos de alguien que no te esperabas al trabajar así», asegura el músico de La banda del abuelo.
Los promotores del libro han abierto un blog para que la iniciativa no muera en cuanto el libro llegue al estante (simpatiaporelrelato.blogspot.com). Irurzun tampoco descarta una segunda parte, pero esta vez con relatos sobre el rock firmados por escritores.
La antología ha sido orquestada a medio camino entre Iruñea y Madrid. La idea partió del iruindarra Patxi Irurzun, que venía de publicar «Resaca/Hank Over», un conjunto de relatos en honor del estadounidense Charles Bukowski, autor de «La senda del perdedor» o «Pulp» y cuya vida inspiró la película «El borracho». Este escritor apasionado del rock tiró de agenda y se peleó con decenas de manager hasta conseguir armar el proyecto «Simpatía por el relato». Varios de los que participaron en «Hank Over» repiten en esta ocasión. «Los músicos son mitad niños, mitad animales. Sacar el proyecto adelante ha sido una odisea», confiesa Irurzun.
En Madrid fue Esteban Gutiérez («El laberinto de Noé», «El colibrí blanco»), el que se encargó de comprometer a miembros de grupos como Siniestro Total, Pereza o Lilith hasta completar los 32 cuentos. El dinero que se recaude irá a parar a dos proyectos solidarios. Uno es el programa de ayuda al Sahara «Vacaciones en Paz», para la acogida de niños durante los meses de verano. El otro beneficiario es el comedor social de Iruñea, Paris 365.
«Al principio pensamos que los cuentos debían centrarse en temas de rock, de música y demás. Sin embargo, han hecho lo que les ha dado la gana», explica Irurzun. Así, «Simpatía por el relato» es un libro abigarrado que roza el surrealismo -como en el cuento de David Mardará- y varias páginas más adelante se convierte erótico gracias a la pluma de El Drogas. También esconde un cuento para niños escrito por la cantante de Lilith.
«Es un libro más para el público de los grupos, para los fans, que para los literatos», dice Irurzun, pero asegura que «contiene cosas muy muy buenas. Alguno puede llevarse una sorpresa». El escritor iruindarra es incapaz de describir los textos, aunque dice que la mayoría «son bastante macarras».
Las letras y el rock
Josu Arteaga, de La banda del abuelo, firma otro de los relatos. Narra la historia de una banda punk «inmersa en las drogas» que se desintegra a lo largo de una gira por Europa. Para él, rock y literatura van de la mano. Arteaga -que ha publicado una novela, «Historia universal de los hombres gato»- asegura que las letras a veces pesan más que la melodía, porque «lo que importa es llegar. Hay grupos que triunfan independientemente de lo que toquen si sus letras son buenas».Kutxi, sin embargo, cree que la relación entre literatura y rock es aún joven. «Hasta la llegada de grupos como Barricada o Extremoduro, las letras eran algo secundario. Sin embargo, actualmente, cada vez van cobrando un mayor nivel», asegura la voz de Marea.
Tanto Kutxi como Arteaga piensan que lo importante es formar un grupo, generar un caldo de cultivo para nuevos proyectos. «Es un libro escrito en auzolan. Siempre te llevas alguna sorpresa o descubres talentos ocultos de alguien que no te esperabas al trabajar así», asegura el músico de La banda del abuelo.
Los promotores del libro han abierto un blog para que la iniciativa no muera en cuanto el libro llegue al estante (simpatiaporelrelato.blogspot.com). Irurzun tampoco descarta una segunda parte, pero esta vez con relatos sobre el rock firmados por escritores.
Kutxi depieza su novela y publica 800 versos
«Yo no colaboro en libros, porque soy cantante. ¿Conoces algún fontanero que en sus ratos libre se dedique a hacer operaciones como cirujano?», dice Kutxi Romero. «Me animé a participar en el proyecto `Simpatía por al relato' porque un libro hecho por rockeros no se había hecho nunca. Habrá que ver el resultado. Igual hay que volver a hacer letras para canciones». Sin embargo, a la voz de Marea sí le gusta escribir. En 2005 terminó una novela, aunque al final se le quedó en el cajón. En realidad, el cuento que recoge la antología de Patxi Irurzun es un fragmento de las páginas de aquel libro. A día de hoy, este músico anda «liado» con otra novela. «Los amigos que la han leído me dicen que es muy buena, pero no me fío un pelo». La poesía de Kutxi sí que ha llegado a imprenta. Ha publicado cuatro libros y el quinto está al caer. Lo presentará hoy mismo. Se trata de un trabajo compartido con un poeta valenciano. El libro contiene un solo poema de 800 versos. «Se venderá sólo en la web y en las presentaciones. La poesía no le importa una mierda a nadie», afirma Kutxi. A.I.
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