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4 oct 2010

RECORDANDO A JANIS JOPLIN CON UN TEXTO DE IRAZOKI




Hoy hace cuarenta años que falleció la gran Janis Joplin. A lo largo de esta semana la recordaremos y la homejanaremos con textos, videos, reseñas de libros con referencias a ella... Empezamos con esta semblanza de nuestro amigo, el poeta Francisco Javier Irazoki, de su impresicndible libro para todo amante de la buena música y la buena literatura, 'La nota rota'.




JANIS JOPLIN




Tengo quince años cuando ella abandona una fiesta de muchos alcoholes,  sube a su habitación y se inyecta una dosis de heroína demasiado pura.

       Los periódicos difunden la noticia de la muerte de esa mujer que no conozco. Casi una década más tarde, busco discos de rhythm’n blues y jazz cantados con alma negra. Del rimero de álbumes extraigo el titulado Pearl, envío un mensaje a Fernando Aramburu, y juntos escribimos el poema Janis Joplin se incrusta el último alarido.


       ¿De dónde viene la voz que nos impresiona? Janis Lyn Joplin (Port  Arthur, 1943 – Hollywood, 1970) nace cerca de un lago, al sureste de  Texas, en una familia burguesa. El padre es dirigente de una compañía de  petróleo, y la madre trabaja en una escuela de comercio, pero no logran  influir sobre la muchacha, que cuenta con dos asideros: el blues y los  libros de poemas. La emperatriz errante y pobre que canta en la  calle, Bessie Smith, y el bluesman que transmite en las canciones su  experiencia carcelaria, Leadbelly, son los maestros musicales. Aún menor  de edad, se despide de la familia y actúa en los bares de Houston.  Acaso para tranquilizar la conciencia, hace un gesto con la cara vuelta  hacia el hogar lejano: se matricula en la universidad de Austin.


       Los figones de obreros dejan un hueco de tolerancia, y ahí se  acomodan Janis y otros estudiantes que quieren expresarse con las  guitarras. Ella es la solista del trío Waller Creek Boys, y al punto  sobresalen su fuerza vocal y su afición a las anfetamimas y a los  licores. Huidiza, viaja en autoestop a San Francisco y se integra en el  grupo Big Brother & The Holding Company. Compone músicas y letras, y  publica el primer disco, que incluye un tema, Down on me  posiblemente pensado para subir la cuesta del éxito comercial.


         La joven que ha sufrido las bromas gruesas de los compañeros de aula  (“es el chico más feo de la facultad”, decían) electriza a una  muchedumbre en el verano de 1967. Al lado de Jimi Hendrix y Otis  Redding, Janis Joplin participa en el festival de Monterrey, y una  película recoge la furia y los quejidos de la cantante. Rara vez las  guitarras eléctricas del rock han estado tan cerca de la desesperación  primitiva del blues.


       Por entonces sale al mercado el segundo disco de la banda, Cheap  thrills, con carátula del dibujante Robert Crumb. La versión de  Summertime, el clásico de George Gershwin y Dubose Heyward, todavía  produce escalofríos.  En 1969 crea el conjunto Kozmic Blues Band y, con  el refuerzo sonoro de una trompeta y dos saxos, edita I got dem  ol’Kozmic blues again mama! Fuera de los escenarios, Janis es manejada  caprichosamente por su adicción a la heroína.


        El año en que va a morir empieza con la pausa de los desasosiegos.  Aprovecha una primavera sin pesadillas ni drogas y funda el nuevo grupo,  Full-Tilt Boggie Band. La placidez se prolonga gracias a un viaje con  Grateful Dead por tierras canadienses. Al acabar el verano entra en un  estudio de grabación y registra los temas del álbum Pearl, apodo de  Janis, donde destacan tres piezas: Cry baby Me and Bobby McGee y Mercedes Benz.


       Al miedo llamado Dios se le han pedido muchas cosas. Pero uno de  los mejores cócteles de angustia, ironía y cinismo lo prepara Janis  Joplin para solicitarle a la divinidad un coche Mercedes Benz. Y, sin que suene ningún instrumento en la canción, Janis mezcla los ingredientes de la bebida agitándolos con una risa final. 

FRANCISCO JAVIER IRAZOKI (Del libro “La nota rota”; Hiperión, 2009)

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